Folia Theologica et Canonica 10. 32/24 (2021)
Ius canonicum
162 JÓSÉ MIGUEL VIEJO-XIMÉNEZ del canon biblico, que comprende los escritos de los Padres (SVT SVT3), los decreta sanctorum patrum (SVT SVT3) y los conciliorum statuta (SVT3), procede de las lecciones sobre el estudio de las Sagradas Escrituras que, desde el ano 1115, Hugo impartia en la abadia de San Victor de Paris. El paralelismo es un punto de conexión entre los primeros discipulos de Graciano y los teólogos que ensenaban a orillas dei Sena23. 3. La organizáción de los libros de la Biblia más difundida en Occidente hasta el siglo XII no conoció la doble clasificación tripartita que propone el autor, o los autores, de SVT y SVT3. La ordenación de los libros dei Antiguo Testamento en Ley, Profetas y Hagiográfos se remonta al prologo que Jerónimo (f 420) escribió a los libros de Samuel y Malaquias, y que él mismo calificó como un punto de partida bien pertrechado (galeatus) para leer (todos) los libros que habia traducido dei hebreo al latin. El Prologus galeatus no considero el Nuevo Testamento24. En una carta dirigida a Paulino de Nola el ano 394, Jerónimo enumeró los libros del Nuevo Testamento, pero no propuso ninguna clasificación especial25. Al tratar el canon de la Sagrada Escritura, el De doctrina Christiana de Agustín de Hipona (t 430) partió de la division Antiguo y Nuevo Testamento, calificó algunos de los cuarenta y cuatro libros del Antiguo como historias, otros como profetas —mayores y menores—, y se limitó a facilitar una reláción de los libros que contiene el Nuevo26. Casiodoro (t 585) recogió las divisiones de Jerónimo y Agustín, y aiiadió otras dos más, “secundum antiquam translationem et secundum Septuaginta”; ninguna propone la doble tripartición de las Escrituras27. Isidoro de Sevilla (t 636) fue el primero en disenar un cuadro omnicomprensivo: clasificó los libros del Antiguo Testamento en los tres órdenes o grupos de Jerónimo —Ley, Profetas, Hagiógrafos—, y distribuyó los libros del Nuevo Testamento en dos órdenes, el evangélico y el apostólico: mientras que los cuatro Evangelios formán el orden evangélico, al orden apostólico pertenecen, en su opinion, las catorce Epistolas paulinas, las dos petrinas, las tres joánicas, las de Santiago y Judas, los Hechos de los Apóstoles y, por último, el Apocalipsis28. Los modelos dei Prolugus galeatus y del De doctrina Christiana fueron aceptados por los autores que se ocuparon de la organizáción del canon biblico hasta el siglo XII. Son también la plantilla que utilizó Hugo de San Victor 23 Las correspondencias entre la Summa Sententiarum y la SQO en materia matrimonial serían otro ejemplo de esa reláción: Viejo-Ximénez, J. M., La Summa de Paucapalea, 69-70. 24 Praefatio Hieronymi in Libros Samuel et Malachim (PL XXVIII. 547ss.) 25 Epistola LIII, 8 (PL XXII. 548-549). 26 De doctrina Christiana, 2.8.13 (PL XXXIV. 41). 27 De institutione divinarum litterarum, 12 y 13 (PL LXX.l 124ss.) 28 Etymologiarum libri XX, 6.1.3 y 10 (PLLXXXII. 229-230). Isidoro mantuvo esta clasificación en su escrito In libros veteris ac novi testamentis proemio (PL LXXXIII. 155ss.).