Leo Santifaller: Ergänzungsband 2/1. Festschrift zur Feier des 200 jährigen Bestandes des HHStA 2 Bände (1949)
IV. Quellen und Quellenkunde - 43. Benito Fuentes Isla (Madrid): Epistolario de la Emperatriz Maria Teresa de Austria en el Archivo Historico Nációnál de Madrid
726 Epistolario de la Emperatriz Maria Teresa de Austria en el Archivo Historico Nációnál de Madrid. Von Benito Fuentes Isla (Madrid). La figura de la Emperatriz Maria Teresa de Austria ha sido y sigue siendo para todo el mundo en que, gracias a la Providencia Divina, siguen imperando la religion y la libertad, una figura altamente simpática: suma y compendio de las más altas virtudes politicas y familiares, gobernante maternal y justa, que se desvela por el bien de sus Estados y no permite que en eilos reinen la inmoralidad, la indisciplina ni el desorden, fiija obediente, esposa amante y madre ejemplar de una numerosa prole de diez y seis hi jós. Hija del Emperador Carlos VI, que había sido Rey efímero de parte de Espana bajo el nombre de Carlos III, durante la guerra de Sucesión que siguió a la muerte de Carlos II, si los planes y dorados suenos de Isabel Farnesio hubiesen alcanzado el cumplimiento que le había hecho esperar la gestión diplomática y las malas artes del aventurero Ripperdá, la entonces Archi- duquesa Maria Teresa habría sido esposa de nuestro Carlos III. Si este proyecto de matrimonio fracasó, a pesar de la manifiesta inclinación de la Emperatriz Isabel Cristina a favor de Don Carlos, fűé por la firme decision del Emperador Carlos VI, opuesto enteramente a que los Estados hereditarios de la Casa de Habsburgo fueran a parar a los Borbones, que le habian arrebatado la Corona de Espana, que él anhelaba y que siguió manteniendo entre sus titulos hasta su muerte, pese a todos los tratados y compromisos de renuncia. Maria Teresa es, pues, una figura merecedora de todo elogio y, por toda esa serie de circunstancias que aca- bamos de resenar, digna de atención para los espanoles. Con ocasión del segundo centenario de la fundación de los Archivos de Viena y, para corresponder a la atenta invitación que, para concurrir a su celebración, se nos ha hecho, hemos escogido siete cartas de la Emperatriz que se conservan en la Sección de Estado del Archivo Historico Nációnál. Van dirigidas a Maria Amalia de Sajonia, esposa de Carlos III, y se escribieron entre 1754 y 1759, cuando los dos últimos personajes citados ocupaban el Trono de las Dos Sicilias. Son misivas que se salen de la forma corrienta de esta clase de correspondencia, en general fria y excesivamente cortés: en ellas la Emperatriz se muestra una verdadera amiga de Maria Amalia, a la que lama hermana y prima, aunque, en realidad, la Princesa de Sajonia era hija de su prima hermana la Archiduquesa Maria Josefa. Las cartas van subiendo en su tono afectuoso desde la primera a la séptima. Ya en la segunda, al agradecer el rico presente hecho por los Reyes de las Dos Sicilias a su ahijado el recién nacido Archiduque Fernando Carlos J), la Emperatriz, tan excelente madre, después de desear que su hijito emplee la valiosa espada ,,por la religion, la gloria y el interés de sus ilustres padrinos“, desea que se estreche más la unión entre las dos familias y desciende a las confidencias, hablando enternecida de sus once hijos vivos y del bade de máscaras en que han danzado a maravilla, porque es un ejercicio de que gustan mucho. En la tercera procura atraerse el afecto de la Reina de Nápoles elogiando ,,su querida y encantadora familia“ y la facilidad admirable que tienen los ninos reales para expresarse en diferentes lenguas ,,en una edad tan tierna“. En la cuarta, al hablar del nacimiento de la Archiduquesa Maria Antonieta, *) *) Nacido en 1754 y muerto en 1806, el Archiduque Fernando Carlos casó, en 1771, con Maria Beatriz de Este, heredera de los Ducados de Modena, Massa y Carrara, y fűé tronco de la rama italiana de Austria-Este.