Folia Theologica et Canonica 11. 33/25 (2022)

Ius canonicum

LA COLABORACIÓN DE LOS PRESBÍTEROS CON EL OBISPO DURANTE...195 IV. La PRESENCIA DE LOS PRESBÍTEROS EN el sínodo diocesano La práxis de la celebración de concilios o sínodos68, en sus diversas modalida­­des, es tan antigua como la Iglesia misma. El Decreto de Graciano recoge numerosos textos sobre ellos. Para este estudio son de interés los celebrados por los obispos, especialmente los locales, aunque también se harán las debi­­das referencias a los provinciales cuando así lo requiera su contenido. La Distinctio 17 del Decreto se dedica a los concilios generales69. La glosa ordinaria facilita una division básica de los concilios: unos son generales o universales, otros particulares o provinciales, otros episcopales, en referencia este último a los celebrados en el ámbito de una diócesis70. La D.18 trata de los concilios episcopales, incluyendo bajo esta denomina­­ción principalmente los concilios provinciales71, aunque algunos de los cáno­­nes de esta Distinctio se refiera también a los locales. Graciano comienza esta Distinctio clarificando las competencias de estos concilios. Sobre la base de textos anteriores comenta que no les corresponde una función definitoria -en cuestiones de fe, se endende- ni tampoco para establecer constituciones o nor­mas con carácter general, sino más bien una función correctiva y exhortativa72. Sin embargo, la glosa ordinaria y la decretística corrijen esta opinion del Ma­gister y precisa que los concilios episcopales si que pueden constituir normas para el ámbito de su territorio73. EI canon 2 recoge una epistola dei papa León I indicando que los concilios episcopales deben celebrarse dos veces al ano74. Pero ante las dificultades de 68 Huguccio de Pisa atribuye al témino “sínodo” dos significados: el de concilio general o el de concilio provincial en el que se tratan de cuestiones generales (vid. Huguccio Pisanus, Summa decretorum, I: Distinctiones I-XX [ed. Prerovsky, O.], Cittá dei Vaticano 2006. 259), aunque comúnmente los medievales usaban indistintamente los términos concilium y synodus como si fueran sinónimos. Fue en el Cuarto Concilio de Létrán (1215) cuando se afirmó la tendencia de emplear el ultimo para referirse exclusivamente a los sínodos diocesanos. 69 Generale uel uniuersale concilium est quod a papa uel eius legato cum diuersarum prouinciarum episcopis celebratur: Huguccio Pisanus, Summa decretorum, 258. 70 Sunt autem conciliorum quaedam uniuersalia, quaedam particularia siue prouincialia, quaedam episcopalia: Glossa ad D.17 dac.l. 71 Concilia episcoporum: scilicet prouincialia: Huguccio Pisanus, Summa decretorum, 271. 72 Episcoporum igitur concilia, ut ex premissis apparet, sunt inualida ad diffiniendum et consti­tuendum, non autem ad corrigendum. Sunt enim necessaria episcoporum concilia ad exortatio­­nem et correctionem, que etsi non habent uim constituendi, habent tamen auctoritatem impo­nendi et indicendi, quod alias statutum est et generaliter seu specialiter obseruari preceptum: D.18 dac.l. 73 Constituendum] Illud non est verum, quia episcopi bene possunt condere canones episcopales, et archiepiscopus prouinciales; quia quilibet populus et quaelibet ecclesia sibi potest statuere aliquod ius”: Glossa ad D.18 dac.l. “Possunt enim constituere canones prouinciales et multa diffinire et statuere in suis prouinciis: Huguccio Pisanus, Summa decretorum, 271. 74 Unde Leo I [epist. LXXXII c. 7. Anastasio] Thessalonicensi Episcopo:Bini conuentus per singu­los annos ab episcopis celebrentur. De conciliis autem episcopalibus non aliud indicimus, quam sancti Patres salubriter ordinauerunt: scilicet bini conuentus per annos singulos habeantur, in

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