Hitünk, 1976 (24. évfolyam, 1-12. szám)

1976-04-01 / 4-5. szám

XXIV. NUESTRA EE _g_ HITÜNK Pascua 9 7 6 1 UN LIBRO EXTRAÑO - EL APOCALLPSIS Los judíos no podían olvidar que eran el pueblo elegido de Dios. Para ellos, éste hecho implicaba la certeza de que algán día llegarían a la supremacía mundial. Algún día sus enemigos se­rían destruidos y ellos llegarían a la preeminencia y la gloria que les pertenecía por derecho. Espera­ban el advenimiento de un rey en la línea de David que reuniría la nácién y los llevaría a la grandeza. Pero toda la historia de Israel desmentía sus esperanzas. Era un catálogo de desastres; el Reino del Norte desvane cié por completo y el Reino del Sur, con su capital en Jerusalén, fué reducido a la esclavitud y el exilio por los babilonios. Se lez hizo evidente que ningún libertador humano podría rescatarlos. El pensamiento judío se aferré obstinada­mente a la conviccién de su carácter de pueblo ele­gido, pero debía adaptarse a los hechos de la histo ria. Los judíos dividían entonces el tiempo en dos edades. Estaba ésta era presente, que es totalmente mala, no tiene esperanza, no puede reformarse", para ella no hay otro futuro que la des truc cién total. Los judíos, por lo tanto, esperaban el fin de las cosas tal como eran. "La edad por venir" sería to­talmente santa y justa, sería la edad dorada de Dios, en ella habría paz, prosperidad y justicia.En ella, por fin, el pueblo elegido sería vindicado y recibiría el lugar que le correspondía por derecho. ( continuará)

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