Folia Theologica et Canonica, Supplementum (2016)
Antonio Ma Rouco Varela, “Santa Teresa de Jesús: Doctora de la Iglesia para la Iglesia de hoy”
34 ANTONIO Ma ROUCO VARELA el Carmelo de San José de Ávila, “Palomarcico”, le llamaba su Santa Fundadora. Ser de Jesús y para Jesús en toda la verdad de su Misterio como el Redentor del hombre constituyó la razón sobrenatural última, siempre presente y actuante en su vida personal y en la de sus “Carmelos” reformados: ¡“el alma” de toda “su reforma”! En contraste palmario con la cristologia y la soteriologia de “los reformadores protestantes”. El amor de Jesús crucificado y resucitado, como lo experimentó y enseñó con su doctrina y con el ejemplo de su vida santa Teresa de Jesús, es el que “justifica” al hombre en lo más hondo de su alma, de su corazón y de su libertad. San Juan Pablo 11 llegará a afirmar, en su Homilía de la Misa celebrada delante de los muros de la ciudad de Ávila el 1 de noviembre de 1982, conmemorando el IV centenario de su muerte, que, “entre las mujeres santas de la historia de la Iglesia, Teresa de Jesús es, sin duda, la que ha respondido a Cristo con el mayor fervor del corazón”. Y añadirá: “En Ávila se encendió aquella hoguera de amor eclesial que iluminaba y enfervorizaba a teólogos y misioneros. Aquí empezó aquel servicio original de Teresa en la Iglesia de su tiempo; en un momento tenso de reformas y de contrarreformas optó por el camino radical del seguimiento de Cristo, por la edificación de la Iglesia con piedras vivas de santidad; levantó la bandera de los ideales cristianos para animar a los capitanes de la Iglesia”7. ¿Seguirá encendida. hoy cincuenta años después de concluido el Concilio Vaticano II, cuando se cumplen quinientos años del nacimiento de santa Teresa de Jesús, “aquella hoguera de amor eclesial que iluminaba y enfervorizaba a teólogos y misioneros”, a toda la Iglesia? El Papa Francisco cree que sí: “Para renovar la vida consagrada, Teresa nos ha dejado -dice- un gran tesoro lleno de propuestas concretas, caminos y métodos para rezar, que, lejos de encerrarnos en nosotros mismos o de buscar un simple equilibrio interior, nos hacen recomenzar siempre desde Jesús y constituyen una auténtica escuela de crecimiento en el amor a Dios y al prójimo (...) Como hizo entonces, también hoy la Santa nos abre nuevos horizontes, nos convoca a una gran empresa, a ver el mundo con los ojos de Cristo, para buscar lo que Él busca y amar lo que Él ama”8. Sí, la actualidad de santa Teresa de Jesús como Doctora de la Iglesia para nuestro tiempo no parece admitir ninguna duda a la vista de cómo los Papas de los cincuenta años del postconcilio han subrayado el valor doctrinal, espiritual y apostólico de su vida, de su actividad reformadora de la vida religiosa y de sus escritos, proyectándolos a la actual hora de la Iglesia y a nuestro tiempo. 7 Conferencia Episcopal Española (ed.), Juan Pablo I! en España, 35 y 38. Cfr. Jedin, H„ Katholische Reform und Gegenreformation, en Handbuch der Kirchengeschichte, IV. Frei- burg-Basel-Wien 1967. 451 ss., en especial 584-587. 8 Carta del Santo Padre Francisco al Prepósito General de la Orden de los Hermanos Descalzos por los quinientos años del nacimiento de santa Teresa de Jesús: http://w2.vatican.va/con tent/francesco/es/letters/2015/documents/papa-francesco_20150328_lettera-500-teresa.html